jueves, 17 de septiembre de 2009

LLEGO EL FRIO........ Y NOS ENFADAMOS

Cuando dicen que a los animales sólo les falta hablar, yo no estoy de acuerdo. Se hacen entender perfectamente, si ellos quieren. 
Hace un par de noches, cayó el frío de repente, como una pedrada. Y me ví, sentada en el sofá intentando leer y las rodillas temblando por el fresquito que entraba por la terraza. 
Me levanté sin hacer ruido, porque era tarde y saqué con todo el cuidado del mundo una mantita de pelo, que me regalaron por mi cumple mi cuñada y mi hermano (gracias, me encanta), me vuelvo a mi sitio, me tapo notando el calorcito casi de inmediato, retomo mi libro, y plas! la gatita.
 No me hace ni caso habitualmente, pero se colocó a mi lado, medio ronroneando, haciéndose sitio y disfrutando también de la mantita. Me encanta esa compañía que tanto me racanea. 
Después de un buen rato, el sueño me podía y era hora de irse a dormir. Se lo digo a ella, siempre hablo con ella dando por sentado que me entiende, por supuesto. Y la conversación que siguió fue más o menos así:
-Venga Grapitas, quítate que me voy a dormir. 
-Silencio, sólo un movimiento acaparador. (vamos que de ninguna manera). 
Me levanto y cojo la manta porque me la quería llevar a la habitación. La gata enganchada a cuatro patas, imposible soltarla. 
-Quítate tía, no seas plasta. 
-MIAU (no)
-Cómo que no, quítate ahora mismo, que me voy a dormir
-Miauuuuuuuuuu (que no jope)
-Que sí, vamos suelta que la rompes
-Miau, miau, miau (una mierda, de eso nada, es mía)
La cojo por detrás de la cabeza, tiro de ella y suelta las patas delanteras, pero las traseras no, habían hecho cuerpo con la manta. 
-Hay que fastidiarse, las dos de la mañana y discutiendo con un bicho, venga ya, vete a dormir y déjame la manta, que tu tienes pelo y yo tengo frío. 
-Miauuuuuuu miauuuuuuu miauuuuuuuu (no me da la gana, te jodes, si tienes frío haber nacido con pelo. 
Al final dí un tirón, la puse en el suelo y creí que había ganado yo. 
Ella, ofendida, con la cola muy tiesa, me miró con la cara de esfinge que pone cuando se enfada, se dio la vuelta y se dirigió a la terraza. 
Yo me fui a mi cuarto, cerré la puerta y por la ventana la oí arañar el arenero donde hace sus necesidades con rabia, con fuerza y lo entendí claramente, me estaba diciendo 
ME CAGO EN TI

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario