miércoles, 29 de diciembre de 2010

SUBE LA LUZ

Es el comentario actual. Sube la luz. Bueno, pues me parece normal.
¿qué van a subir si necesitan dinero con urgencia? ¿los abrigos de visón, quizá? ¿el champán francés?, pues no. Suben algo que utiliza todo el mundo y de lo que ya no se puede prescindir.
Que me parece mal, pues claro, desde el momento en que no me suben el sueldo, todo cuesta más caro, el tabaco que es mi vicio conocido, junto con el café, ya es un artículo de lujo total, pues claro que me parece mal. Pero es que me parece mal que suba cualquier cosa. Esas subidas suponen recortes en la nómina de todo tipo. Menudas ganas quedan de gastar en nada. Y así cómo se va a solucionar la crisis. Si es que es un círculo redondo que parece cuadrado, porque siempre te encuentras con un pico.

Y esto, otra vez, en plan "Abuelo Cebolleta", me lleva a mi infancia. Yo viví en una casa en la que no había luz, hasta los catorce años. Y como era lo normal, no la echaba de menos en absoluto. Vivíamos en aquellas condiciones. No pasaba nada.
Había lumbre de carbón. Servía para calentar la casa, el agua para lavarnos y cocinar. Nos alumbrábamos con carburo, con candil de aceite y con velas. Se leía y se cosía con la luz del día. Por la noche jugábamos al parchís en invierno, y en la calle a correr, o saltar en verano.
Cuando mi padre compró el transistor de pilas, oíamos la radio. Y en casi ninguna casa de las que tenían luz había lavadora. Mi madre lavaba a mano.
Insisto, no la echaba de menos.
Jamás me aburrí.

Ahora, el tiempo que no gastamos en lavar la ropa lo tenemos que ocupar en otras cosas.
Los niños no salen apenas a la calle. En casa juegan más con maquinitas y ordenadores que con sus hermanos, en el caso de que los tengan, porque cada vez se tienen menos niños. Quizá porque se ve más la tele. Eso sin luz no pasaba. Supongo que había encanto en adivinar las formas del otro, ya que a oscuras no se podían ver, y de día había que trabajar.

No había ordenadores, ya, pero las personas se escribían cartas y las echaban al correo, y esperaban que llegara el cartero para recibir las cartas de otros.

No había microondas, así que las cosas se calentaban de verdad, en la lumbre de toda la vida.
Mira que suena mal, con una vitro delante, eso de ¿has encendido la lumbre?. Pero qué narices se va a encender, si yo no sé cómo va ese chisme. De momento en mi casa cocinamos con gas, que sí tiene llama. Y aunque no es exactamente una lumbre, tiene un poco más de sentido.

Yo no quiero ir hacia atrás, eso de ningún modo, pero cuando llegue el próximo recibo de la luz, estoy segura de que volveré a recordar aquellos tiempos.

Reconozco la magia de dar a un interruptor y que sea la hora que sea, se haga de día. Eso nos convierte un poco en dioses, "hágase la luz" y la luz se hace. Pero qué falta de respeto y de todo que pretendan justificar lo injustificable y que lo tengamos que pagar entre todos.

6 comentarios:

  1. En vez de subir la luz deberían incrementarse las luces.

    ResponderEliminar
  2. Yo no sé lo que voy a hacer pero voy a ver si recorte mis excesos eléctricos, jejeje, apago antes el ordenador y ese tipo de cosas porque ya está bien de que abusen tanto de los mismos de siempre. Menudo subidón...
    Por lo demás, totalmente de acuerdo con el comentario que me precede: espero que algún día se incrementen las luces por el mismo precio...
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Tu comentario me parece extraordinario y como tenemos que ahorrar tenemos que escribir poco.

    Que dentro de todo el próximo año te colme de salud y felicidad.

    Un fuerte abrazo.
    Paki

    ResponderEliminar
  4. Sí John, hacen falta luces, pero me temo que andamos un poco a oscuras.
    Ojalá en un momento, haya algún clic que cambie el sentido a todo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Jota, tendremos que apagar el ordenador y mil y una cosas, pero al final, nos puede ocurrir como el año de la sequía, que a fuerza de ahorrar, ahorramos tanto, que no recaudaron lo que esperaban, y como "premio" nos subieron la factura del canal.
    Si ahora gastamos menos y no recaudan lo que esperan en el año entrante, nos podemos encontrar con otro premio igual.
    No creo que sea una cuestión de coste, si no de recaudar de donde sea.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Pakiba, yo pienso seguir escribiendo, aunque sea en papel reciclado o en una pizarra, como siempre, lo de apagar las luces es otra historia.
    Ya sabes, cotorra que es una.
    Feliz año para tí también.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar