Hoy el paseo por Madrid, en invierno.
Este paseo desde que vivo en Madrid, y llegué aquí con cinco años, es de obligado cumplimiento, pero nunca por obligación, siempre con muchísimo gusto. Y con frío alguna vez, con sol otras, con lluvia como hoy otras, como sea.
Siempre café en un sitio bonito. Caminata por Recoletos, saludo a la Puerta de Alcalá, por supuesto a Velázquez en el Prado (sin entrar hoy), a Neptuno, a Cibeles, miradita al Palacio de Telecomunicaciones -ahora Comunidad de Madrid, pero me da igual el nombre-, al Baco de España y así a la izquierda, subida por la calle Alcalá. Qué bonita sigue la Violetera. Puerta del Sol mareante de visitantes, autóctonos, obras y cachivaches, que se vé la pobre de un desorganizado que parece la cocina de mi casa después de meterme yo en faena.
A comer en Topolino. ¡exagerao, pero tan rico!, y luego ya a lo que habíamos ido, claro CORTILANDIA, el caso es que nunca vemos la función completa, pero si no pasamos por allí es como que falta algo.
Arenal, Plaza Mayor, puestecitos que pasamos de claro porque son siempre iguales, y gente, barullo. Mmmmmm cómo me gusta.
Este paseo, de toda la vida, era con mi hermana, luego con su marido, con mi niño, con mi sobrina, con mis más niños, mis más sobrinas, mi contrario. En fin, en panda que es como se pasa bien, y hoy no podía ser menos.
Vueltecita por la feria de artesanía, que hoy de artesano poco, más bien unos tenderetes, pero han caído unas orejeras para el frío de las orejitas de mi sobrina.
En la Puerta del Sol hay que ver el escaparate de Casa Diego, maravillas en abanicos y paraguas, siempre nos gustan los más caríiiiiisimos. Pero hoy nos hemos apañado con dos menos caros. El mío naranja chillón, con volantes, con punta de aguja como los zapatos, con mango de bastón, eso sí plateado, y el de mi sobrina negro con dibujos morados, dibujos de zapatos, bolsos, bufandas, ¡yo qué sé!.
Se podría decir que en términos de vestido formal, los dos son horrendos, pero como de formales nosotras tenemos poco y lo del sentido del ridículo ya he explicado que entre mi gente está superado, pues nos parecen dos preciosuras. Anda que no vamos a presumir mi sobri y yo con nuestros paraguas de Casa Diego, y eso que mi otra sobrina me ha hecho prometer que si un día se viste de Epoca me lo pide prestado, porque parece de lo más propio para bailar el Can-Can.
En fin, que me ha gustado todo, sobre todo, porque iba con cuerpo de eso, de pasármelo bien.
Este es el precioso jardín colgante o vertical del Caixa Forum, que es donde hemos tomado café de buena mañana.
Aquí se vé mejor la entrada principal y el jardín al lado. Dentro, además de la cafetería tienen una tienda de cositas, curiosa y en la que nadie atosiga con eso de "puedo ayudarle en algo?", que es un fastidio cuando sólo quieres mirar y pillar ideas para Reyes.
Y esto para hacerse una idea de cómo estaba la Puerta del Sol. Pero sigue habiendo sitio para quien quiera pasearse, o comprar lotería, que esa es otra de las curiosidades, colas infinitas de gente que espera que le toque la suerte.
Y no es un viaje de paletos, porque nos ha faltado El Corte Inglés.
Y ahora ¡que llueva, que llueva!
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