Ahora que llega el verano, parece que apetece más viajar. O al menos nos planteamos las vacaciones de verano pensando en otros sitios.
Cuando era jovencita iba de camping con mis padres. Exagerados como pocos. Años después cuando veíamos por las carreteras los coches de los magrebíes que bajaban de Francia, se oía con frecuencia la expresión de "llevar el coche como los moros". Bueno pues así viajamos nosotros mucho antes de eso, y tengo recuerdos que no se van a borrar nunca. Me alegro.
Luego ya, más finos, o con más posibles, aunque nunca en exceso. Mejores coches, el apartamento de alquiler o un hotel regular.
He conocido muchas formas de viajar y muchos sitios, pero lo de hoy es por una anécdota que contaba mi hermano el domingo. Me encantó. Yo quiero ser así de mayor, o quizá quiero ser así ya, sin ser tan mayor.
El es taxista. Recibe un aviso para recoger a unos clientes. Y se dirige a la dirección que le indican.
Las ocho de la mañana. En la puerta del portal dos señoras muy mayores cogidas del brazo y con el bolso correspondiente.
Mi hermano piensa, ya está, una se ha puesto mala y la otra le acompaña al hospital. Machote, primer viaje a La Paz.
Buenos días señoras, ¿a dónde vamos?. A la T4 hijo, a Barajas.
Sorpresa total. ¿Van ustedes a esperar a alguien?. No, no, qué va. Nos vamos a Canarias.
El pobre piensa que las abuelas están gagá y sigue preguntando. ¿Y el equipaje, señoras? (aquí viene lo bueno)
Uy, no. Hace tiempo que no cargamos con maletas.
Nosotras preparamos el equipaje. Llamamos a SEUR, y nos las recogen el día anterior. Ellos se ocupan de la facturación y de todo. Cuando lleguemos a Canarias nos esperan del hotel y al llegar, ya están allí nuestras maletas.
A la vuelta, igual, ya hemos acordado con la agencia el día del viaje. Por la mañana, recogen todo, nosotras viajamos solitas, al llegar a casa les avisamos de que ya estamos aquí, y el mismo día nos lo traen. Viene un chiquito muy majo, así como Vd. le damos una propinilla y nosotras tan contentas.
Mis ojos se espatarraron del todo. No se me hubiera ocurrido nunca. Yo siempre digo, cuando el equipaje es excesivo, que lo dejo todo, y que con la Visa me sobra, que donde vaya estreno, y no me complico. Pero estas abuelas me han superado. Me encanta. Me lo apunto. Y espero empezar a practicar cuanto antes. Ay, qué ganitas tengo de todo, de salir, de que las maletas no me compliquen, de tomar el sol, de pasarlo bien.
En fin, que iré preparando la falda de flores como decía mi tía, que la cuestión del equipaje ya está resuelta, y lo del dinero, pues es cuestión de esperar, total, tiempo es lo que me sobra.
Cuando era jovencita iba de camping con mis padres. Exagerados como pocos. Años después cuando veíamos por las carreteras los coches de los magrebíes que bajaban de Francia, se oía con frecuencia la expresión de "llevar el coche como los moros". Bueno pues así viajamos nosotros mucho antes de eso, y tengo recuerdos que no se van a borrar nunca. Me alegro.
Luego ya, más finos, o con más posibles, aunque nunca en exceso. Mejores coches, el apartamento de alquiler o un hotel regular.
He conocido muchas formas de viajar y muchos sitios, pero lo de hoy es por una anécdota que contaba mi hermano el domingo. Me encantó. Yo quiero ser así de mayor, o quizá quiero ser así ya, sin ser tan mayor.
El es taxista. Recibe un aviso para recoger a unos clientes. Y se dirige a la dirección que le indican.
Las ocho de la mañana. En la puerta del portal dos señoras muy mayores cogidas del brazo y con el bolso correspondiente.
Mi hermano piensa, ya está, una se ha puesto mala y la otra le acompaña al hospital. Machote, primer viaje a La Paz.
Buenos días señoras, ¿a dónde vamos?. A la T4 hijo, a Barajas.
Sorpresa total. ¿Van ustedes a esperar a alguien?. No, no, qué va. Nos vamos a Canarias.
El pobre piensa que las abuelas están gagá y sigue preguntando. ¿Y el equipaje, señoras? (aquí viene lo bueno)
Uy, no. Hace tiempo que no cargamos con maletas.
Nosotras preparamos el equipaje. Llamamos a SEUR, y nos las recogen el día anterior. Ellos se ocupan de la facturación y de todo. Cuando lleguemos a Canarias nos esperan del hotel y al llegar, ya están allí nuestras maletas.
A la vuelta, igual, ya hemos acordado con la agencia el día del viaje. Por la mañana, recogen todo, nosotras viajamos solitas, al llegar a casa les avisamos de que ya estamos aquí, y el mismo día nos lo traen. Viene un chiquito muy majo, así como Vd. le damos una propinilla y nosotras tan contentas.
Mis ojos se espatarraron del todo. No se me hubiera ocurrido nunca. Yo siempre digo, cuando el equipaje es excesivo, que lo dejo todo, y que con la Visa me sobra, que donde vaya estreno, y no me complico. Pero estas abuelas me han superado. Me encanta. Me lo apunto. Y espero empezar a practicar cuanto antes. Ay, qué ganitas tengo de todo, de salir, de que las maletas no me compliquen, de tomar el sol, de pasarlo bien.
En fin, que iré preparando la falda de flores como decía mi tía, que la cuestión del equipaje ya está resuelta, y lo del dinero, pues es cuestión de esperar, total, tiempo es lo que me sobra.
Pienso que en eso como en todo, lo ideal es saber plantearse lo que se quiere hacer y sobre todo cómo lo quieres hacer. En realidad, es sencillo. Basta con hacer dentro de las posibilidades de salud, económicas, etc, lo que a cada cual le resulte más agradable.
ResponderEliminarEn realidad, pocas veces se elige lo que en cada circunstancia sería lo más adecuado y de ahí la frustración posterior.
Un saludo
Elegir sí que elegimos. Pero lo de acertar es pelín complicado.
ResponderEliminarPero habrá que seguir en esa línea, que ejemplos no faltan cada día.
Gracias Jaclo. Un saludo.