miércoles, 7 de octubre de 2009

EN EL DENTISTA



Estoy en el dentista.
Llevo desde Julio pensando en este momento. Hasta ahora me han hecho cosas normalitas. Un empaste, una endodoncia, cambiar un puente –bueno 3-. Pero ahora se trata de los implantes.

El dentista, optimista donde los haya, habla de dos pequeñitos. Vamos que me van a rajar, a taladrar el hueso, a colocar dos tornillos, a poner un capuchón protector y no sé qué más.

Tengo complejo de pared a la que van a poner una puerta nueva. Cortar el tabique, sujetar el marco con tornillos, esperar a que fragüe el cemento y revestir con madera barnizada. ¿ que no? Pues yo creo que sí.

Aunque pueda sonar de aquella manera, lo que más miedo me da, ahora mismo, es el primer pinchazo. Esa inyección de anestesia, que duele como ninguna otra cosa, que se hace larga, más que una perra de hilo, que notas cómo de repente, te entran ganas de matar al dentista, que suavemente, te va diciendo “ya terminamos, no te preocupes, ahora lo vas a notar dormido y enseguida terminamos”.

¿Terminar? Pero si ese es el primer martillazo. Lo que pasa es que luego los otros se notan menos, van como más seguidos y con el atontolinamiento del principio, parece hasta suave.

Esto lo escribo en la sala de espera, intentando no hacer caso de los nervios que me crecerían sin remedio, si no hiciera nada. Y como cuando me pongo nerviosa, me da por hacer cosas con las manos y aquí no hay mucho que hacer, pues pido una hoja en blanco, tiro de mi Parker azul que tanta compañía me hace y escribo esta tontería, esperando que abran la puerta y con una sonrisa digan, como siempre …. Venga vamos.  Uffffff qué miedo tengo!

Pero como siempre, ánimo, que esto no es ná.

Cuando ya todo se acabe, pienso que si alguien me mira las muelas, como a las mulas, no puede adivinar la edad que tengo. Para algo tienen que servir los malos ratos. Y por supuesto, podré comer como a mí me gusta. A dos carrillos las cosas ricas y despacito las no ricas.

Bueno, ya….. que me llaman.



No hay comentarios:

Publicar un comentario