Releyendo cosas por esa costumbre que tengo de echar un vistazo lo ya leído, me he encontrado con un artículo de Mariano José de Larra. Lo tenía guardado desde la primera vez que lo leí, porque me gustó, porque describe muchísimas cosas en muy pocas palabras y porque yo creo que este hombre, con lo de la edad le pasaba lo que a mí. Mayor de edad a los 18. Así, de un día para otro, Dios infunde todo, conocimiento, responsanbilidad, independencia. En fin, no sé con qué vara de medir se aplican esas cosas. Y eso que Larra hablaba de los 30 años.
Aquí guardaré el articulito para que no se me pierda.
EL ELEGIDO EN EL ESTATUTO REAL (Mariano José de Larra)
Artº 14. Para ser procurador del reino se requiere:
1º Ser natural de estos reinos o hijo de padres españoles.
2º Tener treinta años cumplidos.
3º Estar en posesión de una renta anual propia de doce mil reales.
Los elegidos habían de tener doce mil reales de renta; gran garantía de acierto: por poco que valga un real en estos tiempos, no hay real que no valga una idea, sin contar con las muchas que hasta ahora hemos visto que no valían un real, y con los varios casos en que por menos de un real daría uno todas sus ideas: bueno es siempre que haya reales en el Estamento por si acaso no hubiese ideas. Tanto mejor si hay lo uno y lo otro.
No es menos importante lo de los treinta años; no es menos simbólico ni cabalístico el número de treinta……: treinta días tiene un mes, treinta minutos cada media hora, por treinta monedas vendió Judas a un Dios, treinta años representa la vida de un jugador, y treinta años, en fin, la capacidad de un procurador.
Muchos filósofos han creído que cuando el hombre nace, el Ser Supremo, que está atisbando, le sopla dentro el alma por medio del mismo procedimiento que usa un operario en una fábrica de cristales para dar forma a una vasija; pero eso es el alma, mas no la capacidad y la facultad de procurar: esta tal otra quisicosa se la infunde el Criador el día que cumple treinta años, por la mañanita temprano……
Parece mentira que no se hablara de preparación cultural alguna, bastaba con la renta anual...
ResponderEliminarSaludos
Pues quizá por eso Larra escribió sobre ello. Yo pensé lo mismo la primera vez que lo leí.
ResponderEliminarSaludos Jaclo.