Todas, todas mis amigas y yo, claro, estamos a dieta.
Quizá esta sea una afirmación exagerada. Pero es que en este tiempo, se mira al verano como algo muy cercano y a ver quien es la guapa que quiere lucir michelín.
Yo, de momento, ya tengo mi vestido azul. Qué bonito es, y qué bien me queda. Marca la cintura, suaviza las caderas y por supuesto, que muestra barriguita. Qué se le va a hacer, está conmigo.
Desde hace quince días, me traigo una pelea conmigo titánica. He intentado suprimir en las comidas todas aquellas cosas que son susceptibles de hacer que encoja el vestido.
Pero en el trabajo, andamos todas pensando en asesinar a quien se le ocurra aparecer con algún dulce. Es imposible. Así como si nada aparece en la mesa una bandeja de pastas. ¡A ver! ¿quién ha traído esto?... Silencio. Nadie sabe quién ha sido. O si lo saben, mejor no decirlo, no es cuestión de odiar a nadie.
¿Y los bombones?. ¿Es que no hay otra cosa? Si yo sé que no están de oferta. Que cuestan una pasta. Entonces ¿Porqué?. Si no queremos nada. De verdad, que nos conformamos con un “gracias”.
Compramos fruta. La compartimos. Es nuestro almuerzo. Pues no. Hay que acompañar la fruta con más cosas. Y esas tentaciones no son fáciles de dejar a un lado.
Pero lo mejor ha sido esta mañana. Una de las de “operación bikini” nos explica que la piña engorda. Que no vale. Que la sandía tampoco. Que el melón tampoco. Que los plátanos, de ninguna manera.
¿Y ahora qué?. Yo ya me imagino comiendo una ramita de apio, que no me gusta nada. O una zanahoria cruda, que tampoco me entusiasma.
Y lo que no tengo muy claro es que todo esto valga la pena. Desde luego el vestido sí. Sólo por eso ya tengo que intentarlo, pero es que otra vez oigo en mi cabeza a Los Patanegra “todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral o engorda”. Y yo sólo quiero ponerme un vestido.
Mañana no sé qué tocará. Pero, al final, la verdad es que lo único que no engorda es lo que no se come. Y si aplicamos eso, podemos acabar como el burro de los gitanos, que cuando se acostumbró a no comer, se murió.
Y con tanta dieta, me digo yo para mí, que si todo el mundo reconoce que hacer el amor es la manera más rápida, barata y agradable de quemar grasas, ¿no será que en eso también se anda a dieta y por eso se pegan los kilos?. Espero que no, que no sea eso, que sólo sea el pan con el acompañamiento, y los dulces a deshora.
ya sabes manzana triste , pollo aburrido ,hacer ejercicio y no hablar de comida ni de dieta que eso es lo que más estresa ,tu no estás a dieta lo único que pasa es que hay cosas que has decidido no comer!!
ResponderEliminarPues bueno, será mejor no hablar de ello.
ResponderEliminarComo con el dinero, es más elegante no mencionarlo siquiera.
Pero jopeeeeee.