Hace poco cumplí años. Creo que muchos. Hace tiempo yo veía como muy mayores a la gente de mi edad de ahora. Pero ahora.......
Llega ese día, te empiezan a felicitar, que no sé yo muy bien porqué eso de felicitar, será por haber llegado hasta aquí. O sea que no has palmado antes, y te dan la enhorabuena. Claro, hay gente que no llega. Pero el caso es que a los que no llegan les llevan flores y a los que cumplen años también.
Luego ya viene eso de ¿cómo te sientes con uno más?. Qué tontería, cómo me voy a sentir, pues igual que ayer. Si el tiempo viene claro, estupendamente, y si viene gris, pues jodida, a ver! qué bobada.
Al llegar al trabajo me entregan una tarjeta postal del Sr. Director General de........ (vamos del departamento de personal) que también me desea felicidades. Miro la tarjeta con mucha atención y sigo en las mismas, a ver las tarjetas se adjuntan al regalo ¿no? pues dónde está el mío?, nada que no, que parece ser que es una tarjeta huérfana. Qué putada! se la podían ahorrar, porque es en cartulina blanquita y con un sobre de esos como de tela, que eso vale una pasta. Y pensar que se gastan los cuartos en eso, y encima se acuerdan de mí (que ya sé que ese tío no me conoce, que eso lo hacen los ordenadores) pues como que no me alegra el día.
En fin, no quiero ser tan negativa. Lo de los regalos, es con gente que ni me va ni me viene. Los que sí me importan, pueden hacerme un regalo, o no. Lo que quiero es que pasen el día conmigo, que me den un beso, una sonrisa, y que estén dispuestos a seguir aguántandome otro año más. ¿Hay mejor regalo que ese? yo creo que no.
Luego, hago un poco examen de conciencia. Miro hacia atrás. Veo las cosas que he vivido y me siento orgullosa. Estoy contenta con mi vida. Como siempre decimos, si pudiera volver atrás y sabiendo lo que sé, cambiaría algunas cosas, pero no demasiadas y estoy segura de que cometería los mismos errores u otros parecidos. Supongo que por aquello de que somos animales de costumbres.
Pero cuando miro hacia adelante, me asustan todas las cosas que me quedan por hacer. Mi cuerpo creo que está en condiciones de resistir aún una buena temporada. (Espero). Mi mente está bastante clarita, aunque a veces diga muchas tonterías. (Es que van en el mismo lote). Mis ilusiones han ido cambiando a lo largo de la vida, al tiempo que se han ido cumpliendo unas y descartando otras, pero tengo todavía muchas por conseguir. Trabajo, creo que aún me queda para una temporada. Tendré que seguir cuidando a los amigos para que ellos me cuiden a mí. (esto es de ida y vuelta). La familia, espero que aunque falte aún mucho tiempo, que aumente, que se multiplique, que sean felices. Es de esperar ¿no?.
Y ya que los años dan arrugas (todavía poquitas) que me den también paciencia y conocimiento. Creo que es lo que podemos esperar. Bueno, claro, que no me falte el amor y que no me dé quebraderos de cabeza el dinero. Lo de la salud se sobreentiende.
Yo tuve lo que se llama la crisis de los 40 cuando los hice. Estuve bastante tontorrona una temporada pensando que me quedaba menos de lo que ya llevaba vivido. Como siempre la reina del optimismo.
ResponderEliminarSin embargo desde diciembre del 2007... que me dieron una fatídica noticia, cada nuevo cumpleaños es un logro y digo, puf he llegado a este también.
Ya me queda poco. Yo también soy capricornio.
Felicidades
La vecinita del cuarto
Pues yo sí soy optimista. Pero eso no quita el hecho de que me da igual casi todo.
ResponderEliminarSeguiremos cumpliendo todos los que nos queden sin ponernos fecha como los yogures.
Y sobre todo que no se nos olvide disfrutar de cada minuto, sin dejar pasar ni uno solo.
Gracias vecina.
Pienso que cumplir años,no es terminar algo, sino comenzar otra cosa; otro período de tiempo y con la posibilidad de establecer algún cambio.
ResponderEliminarDe todas maneras, aunque ya pasó la fecha: Felicidades.
Saludos
Estoy de acuerdo Jaclo. Siempre quedan cosas por hacer, por empezar, por disfrutar.
ResponderEliminarGracias.