Pues sí, por aquí anda la gatita. Ya cumplió tres años, es lo que se considera edad adulta. Y tiene las manías que tenemos los demás. Pero por muy lista que ella se crea a mí me engatusa pero no me gana.
Hace ya tiempo que después de cenar, y tiene la hora cogida, como los niños, se me pone delante, maulla, despacio, pero como mandando, y ya sé lo que quiere. Es la hora de salir al rellano. Abro la puerta y pasa revista a los felpudos de las otras puertas. Se afila las uñas en ellos, y menos mal que me llevo bien con las vecinas. Pero ya me veo comprando los próximos para todas las puertas.
Luego ya, entra en casa y como si nada.
He acabado por comprar ese de la foto para ella sola. Lo he puesto en la terraza y que haga lo que quiera, que se afile las uñas o que se lo coma.
El año pasado, en verano, tuvo la genial idea de pasarse una noche a casa de la vecina. Se les subió a la cama, mientras dormían, y les dio el susto de su vida. No me extraña, si me pasa a mí, me oye todo el vecindario del grito que pego.
Cuando mi amiga me lo dijo al día siguiente, no hubo problema, le dije que cerraría la terraza y si la gata pasa calor, que se fastidie por alcucera. Y así fue.
Cada noche, sobre las 11 cierro la terraza, y a sudar tocan, por culpa de este bichejo, y no me vale lo de que no saben, que de día no pasa, que ellos no están y las puertas están cerradas, y lo sabe, porque no hace ni intención.
Este verano, no quería encararlo igual, así que encargué unas mosquiteras. Las pongo en la ventana, y solucionado. Pero había que haberla visto el primer día. Eso de que entrase el aire pero que no pudiera sacar la cabeza la descolocó. Tocó el artilugio, se volvió hacia mí, y soltó un maullido inquisitivo, algo así como "¿pero qué es esto?". Yo se lo expliqué. Que sí, que se lo explico clarito, y lo debió entender, porque me puso la cara de esfinge, se dio la vuelta y se fue a su cuarto, que desde que se fue mi hijo, ese cuarto ha pasado a ser el de ella, sin pedir permiso.
Yo creo que ella no tenía ganas de discutir y por eso se fue tan tranquila. Pero me la tenía guardada, la muy bribona. Cuando me he levantado esta mañana, la malla de la mosquitera estaba colgando, y las gomas que la sujetan estaban en el suelo, sirviéndo de juguete.
Por supuesto que la he regañado. Y por supuesto que me ha ignorado. Pero a cansina no hay quien me gane. Así que me he pasado todo el día cepillándola el pelo. Se tumbaba, pues allí estaba yo, cepillo en mano. Al final, no sé si he ganado, o hemos quedado en tablas. Ante mi insistencia, al final se tumbaba panza arriba, panza abajo, así como cuando nos pica la espalda y pedimos a alguien que nos rasque, por ahí, ay sí, más arriba, no, no, más abajo. Pues más o menos.
Pero está súper peinada, porque ya que la veo decidida a salir de casa, de todos modos, pues como decía mi madre, sin peinar, ni se te ocurra. Y es una gata, ya lo sé, pero como vive en casa, tendrá que respetar las costumbres de casa.
Yo he vuelto a poner la mosquitera, lo que no sé es qué pasará esta noche.
Al ser gata es coqueta como todas las gatas jejej, pero seguro que ahora la tendrás más contenta con el felpudo que le has comprado para que tengas sus uñitas bien afiladas para hacer maramiauuuuuuuuuuuuuuu.
ResponderEliminarUn besin a esa bella gatita.
Jajajaja es una gata muy inteligente y conoce bien todos tus movimientos e incluso diría tus pensamientos.
ResponderEliminarSi sólo quieren mimos, pues a dárselos!!! Al fin y al cabo ellos nos quieren más que algunos mortales.
Gata no tengo, ya lo sabes, pero mi perro me mira con carita de meloso y no me puedo aguantar, porque parece estar leyendo mis pensamientos....Una vez lloraba y se acercó a mi para lamerme las lágrimas, pobre!!! Ya te digo, más que muchos mortales, jajajaj.
Un beso guapa
No se si alguna vez te he contado que yo tenia una gatita se llamaba Estoyencruzchiquitaysonlasoncedelanoche, pero en confianza le llamabamos cruzchi, jaja. Era preciosa siamesa o birmana,no se muy bien, con el pelo gris azulado y el rabito roto, se escapaba por el balcón a casa del vecino un abuelo cascarrabias y yo tenia miedo de que la matara o algo asi del mal genio que tenia ese hombre, pero un dia lo oi hablarle a la gata y decirle bonita y hacerle carantoñas, se lo habia ganado a el tambien, jajaja. Es que no se que tienen estos animales pero hacen de nosotros lo que quieren, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo gatuno.
Hola!!!! Bueno, a ver qué pasa con la mosquitera quizá la encuentres rota cuando te levantes o quizá salga de paseo... en fin cosas de gatos.
ResponderEliminarMe parece muy lindo el felpudo que le has regalado y por cierto, haces muy bien en que respete las normas de la casa!!!
Te pongo este comentario y sigo leyendo tu blog. BESITOS Y SALUDITOS DESDE CÁCERES.
Una vez leí que todas las " gatas" son peligrosa. jejejej, la tuya no lo parece. Un abrazo desde Murcia.
ResponderEliminarjaja, veo que es muy astuta la gata. Mira, a mi me quitan o rompen la mosquitera y del cabreo que pillo la gata no se vuelve a arrimar a mi en la vida. La mosquitera, uno de los mejores inventos del ser humano, poder tener la ventana abierta de par en par por las noches, que entre el, fresquito y no preocuparse porque entren bichos, murciélagos y demás seres del reino animal que antes sí tuvieron a bien pasearse alguna que otra vez por nuestra propiedad, sin pedir permiso por supuesto!
ResponderEliminarBesos!
Pakiba, ya han pasado varios días, y sí que le gusta el gatito ese. Se afila las uñas con ganas y luego se tumba al fresquito. Además le hago trampa. La persigo, la cepillo los pelos, la cojo en brazos, por todas partes, pero si se va al felpudo ese, la dejo en paz. Creo que ya ha pillado que es su refugio, que ahí, siempre la dejo tranquila. jajajaj. A ver cuánto dura.
ResponderEliminarBesos.
Princesa, ella conoce mi estado de ánimo mejor que nadie. Simplemente porque no piensa, sólo siente. Y actúa en consecuencia. Los animales son increíbles, y desde luego, muchísimas veces nos hacen sentir mejor que los humanos. Aunque eso no podemos llevarlo a límites. Simplemente yo la quiero a ella y ella a mí, por su propio interés, que lo sé bien.
ResponderEliminarUn abrazo, guapísima.
Bichoraro, el nombrecito no está mal, y yo presumía de la mía, ya sabes "GRAPADORA", que se queda en Grapi, -se lo puso la dueña, así que amén-.
ResponderEliminarY lo de la vecina es lo mismo, si ella la quiere mucho, pero de ahí a que se le meta en la cama, por la noche, y de sorpresa, pues no está bien.
Un abrazo.
Liova, ya no la ha vuelto a romper, creo que ha perdido interés para ella. Se tumba delante, le da el fresquito de la noche y ya tiene bastante. O eso, o ventana cerrada y calor asegurado.
ResponderEliminarDe momento vamos bien, la gata y yo y la mosquitera a salvo.
Un abrazo.
Alp, peligrosa no, si está en confianza, que cuando viene alguien extraño y no le gusta, uffff, mejor quitarla de enmedio.
ResponderEliminar¿cómo van las vacaciones?
Un abrazo
Jota, tranqui. Ya sé que no te gustan los bichos, pero esta seguro que no se te despegaba, tiene una habilidad especial para pegarse a la gente que no les tiene ningún cariño.
ResponderEliminarEso sí, te dejaría el cepillo para quitarte las pelusas que va soltando. jajaja
Oye, la mosquitera a salvo, no sufras.
Un beso.