Sí cara de idiota y de muerta de hambre, es la que yo debo tener.
Esa es la sensación que me entra cuando noto sorpresa en algunas personas, por algo que yo hago o que tengo.
Posiblemente sea algo normal, pero es que raro es el día que alguien no me "halaga" en ese sentido.
Me refiero a las cosas que hago con toda normalidad, y sorprenden a otros, pero a gente que me conoce, que me trata habitualmente, que es lo que me descoloca a mí.
Ejemplos recientes:
Tengo un trabajo de responsabilidad desde hace años. Nunca he tenidos quejas, en ningún sentido, y hace unos días, se me acerca un compañero, todo sorprendido y me suelta "joder, ahora resulta que tu sabes más que el jefe".
Respuesta: pues claro, es que es mi trabajo, no el de el. El tiene que hacer otras cosas que no me tocan a mí. Pero de lo que yo hago el no tiene más que conocer los resultados.
Me sentí mal. Quién era ese monigote para hacer una afirmación así. Pues eso, que creo que me debe ver cara de idiota.
Con un vestido precioso, que me quedaba largo, venía una amiga cuando lo compré, me dijo que lo dejara para que me lo arreglaran, y yo dije que no, que prefería hacerlo yo, que pondría más cuidado. Cuando lo terminé y se lo enseñé, se llevó las manos a la cabeza "pero si coses muy bien". Pero bueno, ¿a qué venía eso?, pues claro que sé coser, me enseñó mi madre, no tiene ningún misterio.
Si se habla de algún libro, que he leído, doy mi opinión, y siempre alguien con cara de asombro, me suelta ¿pero tu lees eso?. Uhmmmm.
Y en lo de tener cosas, pues igual.
En la noche de la cena del añonuevo chino, me llevo mi coche. En casa hay dos, un Fiesta y un Laguna. Esa noche, me llevé el Laguna, y cuando llegué a donde habíamos quedado, me dice un compañero con cara de sorpresa ¿ese coche es tuyo?, respondí que no, que lo acababa de robar según iba hacia allá.
Será posible.... pues tiene más de cinco años, ya no es del banco, que lo hemos terminado de pagar. ¿No me lo merezco?
Mi madre y mi contrario, algunas veces, por mi cumpleaños, por el aniversario, y cosas así, me han regalado pendientes, anillos, pulseras. Tengo muchos años, así que tengo varias lindezas de esas.
Bueno pues no hace mucho, me puse un anillo, sencillo, bonito, regalo de mi madre, y una amiga me saltó, lo mismo ¡hala qué bonito!, cómo tienes algo así?
Yo ya creo eso, que me deben ver cara de boba, y no imaginan que pueda saber o hacer algo que seguro, seguro, que ellos no harían ni sabiendo.
Y me deben ver pinta de muertadehambre y que no tengo derecho a tener lo que ellos no tienen, sin entender que en mi casa llevamos trabajando desde muy jovencitos, y hemos tenido la suerte (que en estos tiempos hay que decirlo así) de que nunca nos falte el trabajo. Hemos pagados muchas letras, muchos créditos, y nos hemos quitado muchos caprichos.
Por eso me fastidia que lo comenten en alto, como si yo no tuviera derecho a ponerme un anillo o a conducir un coche.
A mí no se me ocurre echar las cuentas a nadie o cuestionar sus conocimientos o habilidades, quizá por eso me sorprenden esas cosas.
Pero me fastidian cantidad.
Esa es la sensación que me entra cuando noto sorpresa en algunas personas, por algo que yo hago o que tengo.
Posiblemente sea algo normal, pero es que raro es el día que alguien no me "halaga" en ese sentido.
Me refiero a las cosas que hago con toda normalidad, y sorprenden a otros, pero a gente que me conoce, que me trata habitualmente, que es lo que me descoloca a mí.
Ejemplos recientes:
Tengo un trabajo de responsabilidad desde hace años. Nunca he tenidos quejas, en ningún sentido, y hace unos días, se me acerca un compañero, todo sorprendido y me suelta "joder, ahora resulta que tu sabes más que el jefe".
Respuesta: pues claro, es que es mi trabajo, no el de el. El tiene que hacer otras cosas que no me tocan a mí. Pero de lo que yo hago el no tiene más que conocer los resultados.
Me sentí mal. Quién era ese monigote para hacer una afirmación así. Pues eso, que creo que me debe ver cara de idiota.
Con un vestido precioso, que me quedaba largo, venía una amiga cuando lo compré, me dijo que lo dejara para que me lo arreglaran, y yo dije que no, que prefería hacerlo yo, que pondría más cuidado. Cuando lo terminé y se lo enseñé, se llevó las manos a la cabeza "pero si coses muy bien". Pero bueno, ¿a qué venía eso?, pues claro que sé coser, me enseñó mi madre, no tiene ningún misterio.
Si se habla de algún libro, que he leído, doy mi opinión, y siempre alguien con cara de asombro, me suelta ¿pero tu lees eso?. Uhmmmm.
Y en lo de tener cosas, pues igual.
En la noche de la cena del añonuevo chino, me llevo mi coche. En casa hay dos, un Fiesta y un Laguna. Esa noche, me llevé el Laguna, y cuando llegué a donde habíamos quedado, me dice un compañero con cara de sorpresa ¿ese coche es tuyo?, respondí que no, que lo acababa de robar según iba hacia allá.
Será posible.... pues tiene más de cinco años, ya no es del banco, que lo hemos terminado de pagar. ¿No me lo merezco?
Mi madre y mi contrario, algunas veces, por mi cumpleaños, por el aniversario, y cosas así, me han regalado pendientes, anillos, pulseras. Tengo muchos años, así que tengo varias lindezas de esas.
Bueno pues no hace mucho, me puse un anillo, sencillo, bonito, regalo de mi madre, y una amiga me saltó, lo mismo ¡hala qué bonito!, cómo tienes algo así?
Yo ya creo eso, que me deben ver cara de boba, y no imaginan que pueda saber o hacer algo que seguro, seguro, que ellos no harían ni sabiendo.
Y me deben ver pinta de muertadehambre y que no tengo derecho a tener lo que ellos no tienen, sin entender que en mi casa llevamos trabajando desde muy jovencitos, y hemos tenido la suerte (que en estos tiempos hay que decirlo así) de que nunca nos falte el trabajo. Hemos pagados muchas letras, muchos créditos, y nos hemos quitado muchos caprichos.
Por eso me fastidia que lo comenten en alto, como si yo no tuviera derecho a ponerme un anillo o a conducir un coche.
A mí no se me ocurre echar las cuentas a nadie o cuestionar sus conocimientos o habilidades, quizá por eso me sorprenden esas cosas.
Pero me fastidian cantidad.
¿Y esta entrada la has escrito tú sola?
ResponderEliminarHaces bien en dudar John, porque cuando escribía estábamos juntas mi mala uva y yo.
ResponderEliminarPues, chica, no sé de qué se extraña la gente, si son cosas de lo más normales. Aunque pensándolo bien, si muchos vieran las cosas que yo guardo, que me traje de Torrevieja o que tengo de mi abuela, más de uno iba a alucinar.
ResponderEliminarA veces pienso que el problema es el deporte nacional de este país: la envidia, como bien sabes. Te ven con cualquier cosa, por poco valiosa que sea, y ya eres la comidilla de todas las conversaciones. Es inevitable porque es el deporte en que España siempre bate los records olímpicos, jaja.
Besos.
De hay la famosa frase la duda ofende, no? jaja.
ResponderEliminarEn fin tu piensa que eres tan sencilla y humilde que no das la sensacion de hacer todo lo que haces, de tener todo lo que tienes ni de saber todo lo que sabes, pero simplemente es porque no quieres parecer sobervia.
Besos.
Jota, yo no sé si es envidia. Porque de verdad que me parecen cosas tan simples, que no son de envidiar, además es lo que tiene muchísima gente, lo que me joroba es la sensación de que parezco idiota.
ResponderEliminarPero tu por si acaso, no presumas mucho, que puedes acabar sintiéndote igual.
Y vaya mierda de deporte, pero sí que es cierto, que somos campeones
Un beso
Bichito, pero si yo no quiero parecer sencilla y humilde, yo sólo quiero ser yo, y que me vean tal cual.
ResponderEliminarEn fin, que seguiremos como sea, ¡y que miren! jajaja
Un beso
Jovita, no sé si soy merecedora de eso, pero es que lo dicen de una forma que no me parecen halagos, tira más a envidia, y eso sí que molesta, porque te aseguro que para cada cosa que queremos nos esforzamos, y apreciamos el valor de lo que nos rodea, simplemente por lo que nos ha costado conseguirlo.
ResponderEliminarUn beso