Dicen que las rubias son tontas. Pero aún hay alguien más tonta que una rubia. Y es una rubia que se tiñe de castaño oscuro para no parecer rubia.
Pues yo soy de esas. Castaño oscuro.
Después de comer, con vermú previo y vino en la comida, me siento empaná. Sólo quiero ir a echarme la siesta. Con gata o sin ella, eso da igual, lo que ella prefiera, porque yo sólo pienso en ese edredón que me va a tapar cariñosamente y en esa modorra que me va a llevar al otro mundo. Ese coma inducido, resultado del alcohol, la buena mesa y la horita que se presta a ese menester.
No puedo pensar con claridad. Aunque hace sol, siento frío, y me siento rubia, totalmente rubia. El chándal de ciertopelo me abriga, pero tengo frío. La cocina manga por hombro, pero la dejo para luego. Tareas pendientes para mañana, que quiero hacer hoy y que veo como muy lejanas, se harán o no se haran.
Esta hoja en blanco que quiero convertir en página escrita en azul y sin saber cómo.
El cigarrillo de después del café que se consume en el cenicero.
La gata que salta encima del teclado del portátil que está encima de mis piernas que se puede caer ante la falta de estabilidad que viene dada por el tinto de la comida.
En fin, que me siento rubia, porque si me miro al espejo me veré desvaída.
Para las rubias, sólo les queda pensar que son así, que no traten de cambiar porque cualquier cosa que hagan por parecer otra cosa, les convertirá en algo parecido a mí ahora y eso sí que es un horror.
Pero como no se puede tener todo, pues no soy alta, ni buena moza, sólo rubia teñida de castaño oscuro, o ¿quizá nunca fui rubia?. ¡Qué incertidumbre!
Luego, cuando me despierte lo averiguaré.
Pues yo soy de esas. Castaño oscuro.
Después de comer, con vermú previo y vino en la comida, me siento empaná. Sólo quiero ir a echarme la siesta. Con gata o sin ella, eso da igual, lo que ella prefiera, porque yo sólo pienso en ese edredón que me va a tapar cariñosamente y en esa modorra que me va a llevar al otro mundo. Ese coma inducido, resultado del alcohol, la buena mesa y la horita que se presta a ese menester.
No puedo pensar con claridad. Aunque hace sol, siento frío, y me siento rubia, totalmente rubia. El chándal de ciertopelo me abriga, pero tengo frío. La cocina manga por hombro, pero la dejo para luego. Tareas pendientes para mañana, que quiero hacer hoy y que veo como muy lejanas, se harán o no se haran.
Esta hoja en blanco que quiero convertir en página escrita en azul y sin saber cómo.
El cigarrillo de después del café que se consume en el cenicero.
La gata que salta encima del teclado del portátil que está encima de mis piernas que se puede caer ante la falta de estabilidad que viene dada por el tinto de la comida.
En fin, que me siento rubia, porque si me miro al espejo me veré desvaída.
Para las rubias, sólo les queda pensar que son así, que no traten de cambiar porque cualquier cosa que hagan por parecer otra cosa, les convertirá en algo parecido a mí ahora y eso sí que es un horror.
Pero como no se puede tener todo, pues no soy alta, ni buena moza, sólo rubia teñida de castaño oscuro, o ¿quizá nunca fui rubia?. ¡Qué incertidumbre!
Luego, cuando me despierte lo averiguaré.
Después de la siesta que te has echado,continuas siendo rubia teñida de castaño, o te has quedado rubia?.
ResponderEliminarYa lo has averiguado jejejejeeeeeeeeeee.
Besitos, castaña o rubia, preciosa.
Uyyy y tú que tiene contra las rubias, ehhhh???
ResponderEliminarQué las rubias son tontas??
Ufff te estás quedando conmigo, jajaja. Pero tienes razón, es un dicho que no sé de donde sale, pero siempre se ha escuchado eso "que las rubias son tontas" y digo yo, por decir algo a mi favor: qué culpita tengo yo de ser rubia??, jajaj.
Esta tarde me ha pasado como a ti, después de comer entre el vinito y la buena mesa me ha entrado como un algo, un que me muero de sueño, no sé y eran las 17:30 y no podía despertar, mis hijos han llamado a los bomberos y to, jajaj.
Se disipó ya la incertidumbre, porque a mi me tienes en ascuas, jajaja.
Venga guapita que te voy a matar por decir que las rubias son tontas, jaajja
Besos morena, rubia o castaña, me da lo mismo sólo eres tú misma.
Hola Pakiba, guapa. Ya me levanté hace rato, pero como dicen los portugueses, empecé a acordar mucho después.
ResponderEliminarY al mirarme al espejo, pues que me veo igual oye, de castaño oscuro. ¿porqué será?.
Cuando vaya a la pelu dentro de unos días le preguntaré a la peluquera, que seguro que ella lo sabe mejor que yo.
Y gracias por responder a esta tontada, pero es que me apetecía contar una bobada así.
Besos.
Princesa, que no tengo nada contra las rubias. Imagínate hasta qué punto que hasta yo me veo rubia jajaja.
ResponderEliminarPero esa broma es muy socorrida entre las morenas. Cuando se mete la pata pues dices eso "uy, es que como soy rubia", y claro la gente te mira con una cara de "de rubia nada, lo que eres es tonta". Y así os salvamos un poquito.
Así que la siesta apetece a más gente. Pues mira qué bien. Pero con eso de los bomberos, ¿qué tal te ha ido?, te ha salvado alguno de esos de calendario? o te has despertado antes? jajajaj
Venga no te enfades, que tu puedes decirlo al revés, que eres una morenaza tan lista que te pones rubia para disimular. jajajaja
Un beso, morena.
Bueno, entonces tú qué eres, rubia o morena??? jajaja porque no es lo mismo sentirse una cosa que serlo o ser una cosa pero tintarse para sentir o parecer diferente.
ResponderEliminarTotal, que como no estoy muy católico últimamente (tampoco me he vuelto hereje jajaja), no entendí mucho.
LO que sí entiendo es ese sueñecillo que entra después de comer y que yo nunca convierto en siesta porque de las pocas que me he echado, luego me levanto echo unos demonios. Malhumorado y todo. Así que fuera siesta. Pero ese calorcito de la manta o edredón en estos tiempos en los que ya se va abriendo sitio este frío congelante, da gusto.
Espero que despertaras bien del sueño, que no fuese necesario la presencia de los bomberos jajaj y que te haya servido para encarar con todos los ánimos que a mí me faltan esta nueva semana. Un beso rubio o moreno, como prefieras!!
Pues oye que ni yo lo sé. El color del pelo es moreno, pero a veces me siento así, rubia teñida jajaja
ResponderEliminarLa siesta me encanta. Para mí genial. En uno de esos relatos que hago para mí, ya hablé de la siesta y lo puse aquí, al principio del blog, si lo buscas, verás mi explicación y mi sentimiento con respecto a la siesta.
Desperté muy bien, como siempre. Me encanta la siesta.
Y un beso, ya me vale, el color no importa.
Otro para tí