domingo, 10 de octubre de 2010

PENSAMIENTOS DE MI TAZA FAVORITA




Soy una taza de pasar. Soy tan importante que formé parte de una herencia. Primero fui la taza del padre, y ahora de la hija.

Eso pasa con la gente del café. Se acostumbran al café, a las cafeteras y por suerte a las tazas.

Si no fuera por eso, creo que mi destino hubiera sido muy diferente.

Fui un regalo para el. Y soy un recuerdo para ella.

Ancha, grande, con asa, divertida y con espacio. Me han utilizado con cafés diferentes, y dentro de mí han nadado los churros de la mamá, los de la churrería, las magdalenas y con esta cursi, los crispis también se hacen sus largos.

Pero qué gusto da sentirse tan útil. Porque con la manía de utilizarme siempre a mí, pocas veces paso por el traqueteo del friegaplatos. Me lava a mano, con mimo, me coloca en el escurridor y ahí la espero, hasta la mañana siguiente.

Me siento orgullosa de ser querida, valorada y utilizada. Me gusto un montón. Además sé que soy simpática. Ese cerdito rosa que me decora me hace informal. Y, por supuesto, única. Como todas las cosas importantes.

No me gusta nada que me eche la culpa de sus kilos de más. Dice que como parezco un tazón, dejarme a medias no mola nada, y llenarme, es tomar más leche, azúcar y de todo que en una taza normal.

Pero, a ver, si yo no soy una taza normal. Aclarando que esto no me convierte en una anormal. Sólo distinta a las demás.

Aunque me gusta cómo me utiliza mi dueña. No me puedo olvidar de su padre. Aquel hombre con aquellas manazas enormes y rudas, no podía sujetarme por el asa. Me abarcaba con las dos manos y pegaba unos sorbetones enormes.

Le echo de menos. Y a veces, cuando ella me coge de la misma manera, noto cómo lo que me haya echado dentro, hasta los crispis cursis tiemblan un poquito con la emoción de ese recuerdo.

Tampoco me gusta sentirme tan sola. Si formara parte de alguna docena, o aunque fuese de media, me sacarían a la mesa cuando hay visitas. Pero así, nada. Desayunos o cenas, o meriendas o resopones, pero a solas. Ella y yo.

Y anda que, a veces, cuando anda alicaída me da una cosa mirarla.

Pero bueno, me tendré que aguantar con la soledad, a cambio del interés que ella me pone.



12 comentarios:

  1. Muchas veces lo pienso, ay si hablaran las cosas que usamos y aquellas que guardamos como recuerdo de los que las usaron en su día y ya desgraciadamente no lo pueden seguir haciendo. La de cosas interesantes que nos contarían, seguro que lloraríamos más de dos y de tres veces.
    Yo guardo algunas cosas como recuerdo y solo de pensar en que se rompan o las pierda, me da cosa usarlas. Soy un poco fetichista en ese sentido y vivo rodeado de cosas que me recuerdan de todo, aunque no te creas que tengo el síndrome ese de Diógenes por favor, jajaja.
    Besos! Bonita entrada.

    ResponderEliminar
  2. Olá Parkerazul,

    Belo exercício sobre a recordação que algo nos pode levar numa viagem imaginária a um passado que nos foi querido, ou mesmo transportar esse passado para o presente imaginário.

    Possuimos sempre algo mais especial que nos faz recordar com carinho algo que nos fez bem no passado.

    É como que uma forma de crescermos amparados pelas coisas boas que vivemos.

    Gostei da taça de leite.

    E já agora, um bom pequeno almoço para ti.

    Uma boa semana, um abraço e até sempre,

    José Gonçalves
    (Guimarães)

    ResponderEliminar
  3. HOLA PARKEAZUL

    ENCANTADA DE CONCOCERTE.

    YO TENGO ALGO EN COMUN CONTIGO, QUE ME GUSTA GUARDAR COSAS QUE PERTENECIERON A MIS PROGENITORES.

    ESTA MANERA DE EXPRESARSE DE TU TAZA ME HA ENCANTADO.

    RECIBE UN ABRAZO, Montserrat

    ResponderEliminar
  4. JotaEfe, yo cuido más de las cosas que han sido de otros que de las mías. Pero utilizo todas.
    Pienso que si ellos ya no están, si yo no las uso, pueden ir a parar a manos de personas que no les han conocido. Así que son mías, por derecho, y con todo mi cariño. Si se rompen, pues hasta ahí han llegado, y los que vengan detrás que se queden con lo mío. Y ellos verán el cariño que les ponen.
    Pero te entiendo perfectamente. Esa taza y otras cosas, viven conmigo, forman parte de mí, y las he adoptado sin remordimiento alguno.
    Y de Diógenes, ya te diré lo que pienso, que también un día me paré un ratito con el, te reirás seguro.
    Un beso

    ResponderEliminar
  5. José Gonçalvez, sí que es un ejercicio, que hago con frecuencia.
    Mirar las cosas que tengo en casa, ver de dónde vienen, qué siento al mirarlas y ponerlo por escrito. Es como si me hablasen.
    No tengo imaginación para inventar historias de la nada, necesito algo que me diga algo.
    Y esta taza o la sábana de mi abuela y otros objetos, me dicen cosas.
    Gracias por tu deseo del pequeno almoço. Tenéis unas expresiones deliciosas en Portugués, y esa es una de ellas.
    También para tí, buena semana.
    Un abrazo, y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  6. Eres... aún no sé bien como eres
    Pero algo sí:
    "... por supuesto, única. Como todas las cosas importantes."

    Un otro saludo
    (quizás a la siguiente, dos besos)
    al + mc

    ResponderEliminar
  7. Hola Montserrat. Veo normal que cuando falta la gente, queden las cosas. Y por eso, guardo y utilizo todo. Me gusta.
    Y oye, que esa taza cuenta esas cosas. Es que es muy chuli.
    Bienvenida. Y un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  8. Bueno su Chico, todos somos únicos, pero te agradezco el cumplido.

    Y vale, me quedo con el otro saludo.

    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar
  9. Hola guapa
    Me prestas la taza? Valeee, me compraré una porque tampoco me prestaste el rulo que me gustaba tanto, jaa.
    Ahora me pongo seria...yo lo guardo todo hasta un pepelillo con letrillas.
    Soy así de tontita, llevo recuerdos por todas partes.
    Nada que me alegro de que tengas cosas pequeñas pero de un gran valor sentimental.

    Besossss

    ResponderEliminar
  10. Esta taza que fué de tu padre,guardala como un tesoro, para que el dia de mañana puedan usarla y recordarte (pero dentro de muchos,muchos años).
    Yo guardo todo lo que puedo de los que quise y ya no estan.

    Besitos cariñosos para ti.

    ResponderEliminar
  11. Princesa, no hace falta que te la compres, te puedo prestar o regalar una de las mías, pero no me pidas esa, porfa.
    Que las tengo bonitas de verdad, pero con menos historia.
    Y lo del rulo no se te va a olvidar ¿verdad?, venga boba, que en las tiendas de la playa los hay de muchos colores, te invito a un rulo jajajaja
    Y lo de los recuerdos, qué se le va a hacer. Nos acompañan de todas las maneras.
    No me considero tonta por eso.

    Un besazo, guapa.

    ResponderEliminar
  12. Pakiba, la tengo muchísimo cariño, pero la utilizo cada día.
    Los que vengan después, se tendrán que arreglar con lo que quede. Yo tengo cuidado. Pero no estoy segura de que los demás aprecien las mismas cosas.
    Había cosas de mi madre que a mi hermana y a mí nos horrorizaban, y sin embargo ella las apreciaba.
    Por eso, que elijan entre lo que quede. De momento, lo tengo yo y lo disfruto con todo el cariño y cuidado de que soy capaz.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar