UN RULO ROSA
Soy torpe nadando. Poco, mal y el agua en la cara, de golpe, me azora.
Pero me gusta bañarme.
Siempre donde haga pie. No quiero llevarme un susto o dar trabajo a los socorristas. Que esos, como los bomberos, es mejor que estén siempre de guardia, que no aplicando sus conocimientos.
Y al ver a una señora recostada plácidamente en un rulo de esos de piscina, mientras que el agua le mecía, me dio la idea.
Compré un rulo de porespán o espuma de no sé qué, o lo que sea, pero que flota en el agua. Y como podía elegir color, pues estaba claro, el mío rosa. Muy rosa. Que se me vea.
Me meto en el agua. Apoyo la cabeza, lo abrazo con los brazos y me dejo mecer.
El culo que tiende a irse hacia abajo, no tiene nada que hacer. El agua lo empuja hacia arriba y se tiene que dejar llevar.
Qué cosquillitas en el ombligo, que está a ras del agua.
Buen momento para la meditación que dirían en yoga.
Pero yo, dejo volar la imaginación y acabo tarareando (por lo bajini, que canto muy mal) una canción de Nicola di Bari “los días del Arco Iris”.
Supongo que podría haber sido cualquiera, pero fue esa la que me trajo a la cabeza el rulo rosa.
Y a disfrutar un rato largo.
Cullera, 6 de Septiembre de 2010
Soy torpe nadando. Poco, mal y el agua en la cara, de golpe, me azora.
Pero me gusta bañarme.
Siempre donde haga pie. No quiero llevarme un susto o dar trabajo a los socorristas. Que esos, como los bomberos, es mejor que estén siempre de guardia, que no aplicando sus conocimientos.
Y al ver a una señora recostada plácidamente en un rulo de esos de piscina, mientras que el agua le mecía, me dio la idea.
Compré un rulo de porespán o espuma de no sé qué, o lo que sea, pero que flota en el agua. Y como podía elegir color, pues estaba claro, el mío rosa. Muy rosa. Que se me vea.
Me meto en el agua. Apoyo la cabeza, lo abrazo con los brazos y me dejo mecer.
El culo que tiende a irse hacia abajo, no tiene nada que hacer. El agua lo empuja hacia arriba y se tiene que dejar llevar.
Qué cosquillitas en el ombligo, que está a ras del agua.
Buen momento para la meditación que dirían en yoga.
Pero yo, dejo volar la imaginación y acabo tarareando (por lo bajini, que canto muy mal) una canción de Nicola di Bari “los días del Arco Iris”.
Supongo que podría haber sido cualquiera, pero fue esa la que me trajo a la cabeza el rulo rosa.
Y a disfrutar un rato largo.
Cullera, 6 de Septiembre de 2010
Qué maravillosa es el agua del mar!!!
ResponderEliminarPa darte un poquitín de envidia, ejem, ejem...si este finde hace bueno pues me iré a la playita, bocata en mano y mucha agua de cai...Se siente, jajaja.
Te juro que me acordaré de ti........buenooooooooo espero que haga buen tiempo porque de momento está lloviendo y tormenta, pero seguro que pasará pronto.
Yo no tengo rulo, me prestas el tuyo?, jajaj
Besos guapa y que ya me voy a la camaaa
Ahhhh se me orvidaba(andaluza que ez una) esta mañana me quise comer el aramrio y le metí una patada de padre y muy señor mío...al final me he roto el dedito chico, aisnnn, dolía que no veas, pero me lo juntaron al sano (por eso de si se pega lo bueno) y ya toy mejor.
A lo dicho....buenas noches y que usted lo disfrute bien ( es que a estas horas de la noche, sólo se dicen tonterías, jajaja)
Pues a ver si hace buen tiempo, porque anoche por aquí cayó una que ni te cuento.
ResponderEliminarY oye, vas tan despistada que te dejas los deditos por ahí? Bueno, a ver si con el agua del mar se te arregla "er deo chiquenino".
Y no te presto el rulo, tu elige el del color que más te guste, que hija, por dos euros que valen, puedes darte ese capricho.
Un beso.