martes, 4 de enero de 2011

MADRID EN ENERO



En Enero, hay cosas interesantes que hacer en Madrid. Pero puede que la más, sea ir de compras. Por Reyes, por rebajas, por costumbre. Y como seguir la corriente no es lo mío, pues voy a Madrid, porque me gusta, aprovecho un día de vacaciones para no hacer nada, y veo sitios que pocas veces se indican en las guías turísticas, o si se indican, no se ven como yo las veo.




El Mercado de San Miguel. Pasó de mercado de barrio, normal y corriente, donde las señoras hacían la compra diaria, a un monumento, restaurado y convertido en un lugar de degustación de cosas ricas y a precio de ricos. Al menos, no se lo han dejado caer.

Edificio rosa. Da a una plaza en la que no se oye un ruido, y hablo de Madrid. El lugar es precioso, merece la pena sentarse un ratito en un banco, y simplemente, disfrutar del entorno.



Este callejón, coqueto, limpio, curioso, corto ¿a dónde lleva?

Pues a un sitio mágico ¿dónde si no?, hermosa librería, llena de secretos, y pequeña como un tesoro en un cofre.


Iglesia de San Nicolás, según la placa de al lado, aquí fue bautizado Alonso de Ercilla, el autor de La Araucaria.




Bajo el cristal, están los restos de la muralla árabe. Para protegerla colocaron el cristal y la cámara obtiene el reflejo de fuera, pero está ahí, que yo la ví.



Con el pozo hubo más suerte, el cristal se esconde del sol y nos lo enseña.




Este edificio, visto de frente, parece un barco, estrecho, alto, no sé, curioso.

Pero el lateral, parece un salón de baile, con los frescos de la pared.


El Palacio, claro, por aquella zona, era obligada esta foto. Me gusta el edificio, pero me alivia pensar que no soy yo la que lo tiene que limpiar.

Hay gente que pone enanitos en el jardín, pero aquí todo lo hacían a lo grande. Y como curiosidad, este es el único caballo que se aguanta sobre las dos patas, con el material del que está hecho. Me parece un trabajo bien hecho la filigrana del fajín, o lo que sea eso, ondea al viento, y está hecho en bronce. Veo el trabajo que lleva, y por eso me gusta esta escultura.


Pecando de ignorante supina, no tengo ni idea de qué es esta cúpula. La recuerdo desde muy jovencita, sus colores brillando al sol hipnotizan, pero no sé qué es, un día tendré que averiguarlo y no ser tan cateta.



El Templo de Debod. Un clásico en el paseo, integrado como si viniera del tiempo de los faraones, pero yo sé que está ahí desde el año 72, no más, cuando construyeron en Egipto la presa de Assuan, y antes de que el agua los cubriera, los cedieron a los países que ayudaron a construirla. Recuerdo cuando lo pusieron ahí. Pero ahora lo veo como si siempre hubiera estado.
Los lunes cerrado, no se puede entrar. (ayer era lunes)


Hay catedrales más señoriales, más bonitas, con más historia, y con más arte, pero aquí hay esta, y me pilla más a mano. Y si no se compara con Burgos, Toledo, Santiago y otras, pues está de muy buen ver. Está claro que es La Almudena



Al caer la tarde, ya sólo quedaba La Casa de las Fieras. (Perdón, eso estaba en el Retiro) Esto es el Congreso de los Diputados.


Y quiero creer que este nos cuida mejor que los de dentro, porque joer cómo andamos.

2 comentarios:

  1. Hoy he estado por esa zona!
    Una de dos (visto que también paseamos por Serrano con diferencia de apenas horas): o nos perseguimos o nos espiamos, jajaja.
    Muchos besos!

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  2. Que no Jota, que no es eso, presume conmigo de una cosa, "mentes privilegiadas, discurren igual"

    Y por eso, tu y yo, decidimos, por libre, que ya que el foro está atascado de gente, habrá que cambiar de rumbo.

    Y además los que tenemos la suerte de conocerlo, sabemos bien que ese paseo merece la pena, y mucho.

    No hace falta espiarnos, nos gustan los mismos sitios, eso es todo.

    Besos

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