Parker.- Hola buenas noches.
Blog.- ¿Buenas noches? así, ya está, llevas perdida un montón de tiempo y te presentas como si nada?
P- Oye, no pretenderás que te dé explicaciones ¿no?
B- Cómo que no, por supuesto que espero que me digas dónde has andado, o qué has hecho, o lo que sea, pero no puedes desaparecer y volver como si nada.
P- Mira, no he parado ni un momento, y además tu no eres el centro del universo, para que te enteres, tengo una vida ¿vale?
B- Vale, vale, ya sé que yo no soy nada, pero si estoy aquí es porque tu quisiste, y pensé que merecía un poquito de atención.
P- Anda, ven aquí, no te pongas tontito. Sabes que ya estás de cumpleaños. Vas a hacer dos añazos, y se te ve muy bien. Hasta te puedes quedar solo unos días, y no se te nota, aunque un poco enfurruñado sí que te veo.
B- Si es que te echo de menos. Si no apareces, yo no soy nada. No puedo hacer nada, no crezco, no me entero de las cosas. Bueno aunque de algunas sí.
Anda, cuenta, qué tal por el pueblo?
P- Bah, eso no ha sido nada. Un viaje de esos de no enterarse. Tres días por asuntos burocráticos, y encima uno lloviendo. Con el ruido que hace el agua al golpear en la puerta de casa. Con ser de lata suena la lluvia como si estuvieran haciendo calderos, clon, clon, clon, una barbaridad. Y el canalón del corral, parece una catarata. Hasta miedo daba. Eso no es ir al pueblo.
B- Ya, ya, pero bien que pasaste por la tahona, ¿ehhhh?
P- A ver, guapito de cara, pues claro, es que hay que comprar el pan de cada día, y de paso, pues candelilla, o brazo de gitano, o bizcocho. Para eso es la tahona, para endulzarse la vida, y luego amargársela tratando de entrar en los mismos pantalones que llevaba.
B- O sea, que como si nada. Y de la boda de tu prima, qué me dices?
P- Pues qué quieres que te diga, que eres un cotilla, que de todo te enteras y todo lo cuentas.
La boda, genial, lo pasé requetebién. La novia guapísima, y los demás acompañando. Me puse un vestido azul del año pasado que me queda mejor ahora que entonces, y unos zapatos nuevos pero estrenados, que garantizaban la comodidad. Cenamos, hicimos fotos, hubo baile, y sobre todo, el reencuentro con gente con ganas de pasarlo bien. Y no te doy más detalles.
B- Ya veo que no cuentas nada. ¿no será que la inspiración se ha ido de vacaciones sin ti?
P- Venga ya, no digas bobadas. Lo que pasa es que no siempre cuento cosas. A veces no me apetece contártelas a tí. Por eso por chismoso. Y además llevo bastante mal lo de dar explicaciones, así que no sé cómo sigo hablando contigo.
B- Venga no seas tonta, si ya sabes que yo te quiero mucho. Y que soy muy facilón. Haces conmigo lo que quieres, siempre me dejo. Lo que sea. Quieres poner música?, pues hale a taparme los oídos porque seguro que no me gusta. ¿Quieres poner fotos? pues las que tu quieras, mi opinión te resbala. ¿Quieres escribir en azul? pues me agenciaré gafas de sol, porque a veces me pican los ojitos. Pero estoy a tu merced.
P- Bueno, tampoco hay que ponerse así, que yo sólo quiero que te sientas bien. Que estés guapo. Que resultes agradable. En fin, que creo que podemos entendernos.
B- Chisstttt, oye, y la última de la gata? jajaja, si es que la estoy viendo.
P- grrrrr. No me hables. En estos días que hemos estado fuera, aunque todos los días venía mi hijo un rato, aprovechó para pasar a la terraza de la vecina, y echar una vomitona. No fue mucho, pero ellos no estaban. Lo tuvo que limpiar su hijo cuando volvió. Se les ha estropeado un poco el suelo con la mancha. Y el vecino se ha cabreado de lo lindo. Me he ofrecido a arreglar el suelo, que no sería muy difícil, pero de momento, he puesto un cartón separando las dos terrazas, a ver si da resultado, y encargaré una chapa de aluminio, porque me temo que la Grapi tiene un futuro negro como se le ocurra hacer lo mismo.
Ya le he dicho al vecino que ella es superlimpia, y que eso fue un accidente. Se encontraría mal, porque si no, para nada. Pero aún así, hay que cuidar de esas cosas. Es mi gata, yo soy la responsable y los vecinos no tienen que soportarla. Pero oye, qué mal trago, qué mal genio, y qué rato explicándole a ella que su casa acaba en el cartón. Yo no sé si se ha enterado, pero más vale que sí, que se quede en los límites que figuran en las escrituras. O temo que se lleve algún susto.
B- Tal pa cual, os merecéis la una a la otra.
P- Pues sabes qué te digo, que te voy a hacer lo mismo que hace ella, poner la cara de esfinge, darme media vuelta y dejarte aquí plantado. Ya volveré un día de estos, quizá cuando tenga hambre, o ganas de mimos.
B- Bueno rica, pues eso que te llevas. Agur, y que descanses.
jueves, 8 de septiembre de 2011
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Ja, qué bueno lo de la gata!!!!!!!!! Y tanto le ha quedado la mancha al vecino???? Jolín, más vale que aprenda eso de los límites de vuestra propiedad porque si no.......
ResponderEliminarUn besote guapa.
Hola!!!! Una entrada muy original y vaya la de cosas que cuentas!!!!! Parece que haas pasado un buen verano, no???? Me alegro mucho. BESITOS Y SALUDITOS DESDE JACA.
ResponderEliminarJa,ja,ja,ja..me encantó tu conversación.
ResponderEliminarGracias por seguirme,es todo un placer.
Millones de besos.
Tienes un blog muy comprensivo, se enfuruña pero luego se le pasa,jajaja. El mio debe estar mas o menos como el tuyo, porque lo tengo abandonadisimo... En fin...
ResponderEliminarUn abrazo